“Las lagrimas que surgieron tras el pitido final, han sido lagrimas que todavía no hemos enjuagado del todo, pero quizás, solo quizás volvamos a tener otra ocasion”
Ahora somos el Ourense C.F., un orgullo para todos nosotros, pero la historia esta para ser recordada y la historia del Ponte Ourense, anteriormente Puente es muy rica y justo es recordarla y hacerla nuestra, ahora ya como Ourense C.F.
Una fecha grabada a fuego, a fuego de ilusión, de decepción pero sobretodo de historia y grandes gestas. Una fecha en la memoria de casi todos los que la vivieron. 30 de Junio de 1996.
El equipo en aquellas temporadas, era el primer equipo del club, el futbol once y se encontraba en una tercera División con equipos de renombre, Celta Turista, Cerceda, Estradense, Betanzos, Arosa o el Coruxo que ahora esta en la Segunda División B. Éramos el único equipo Ourensano en la categoría.
Después de una igualadísima liga regular , quedamos segundos, detrás del Cerceda y por delante del Celta de turista y el Lalín. Acabamos con 71 puntos en una temporada para enmarcar. Ese segundo puesto nos daría la opción de meternos en la fase de ascenso. En esta fase al quedar segundos nos tocaría un primero, tercer y cuarto de otros grupos.
En el sorteo nos toco el campeón de Asturias el Titánico, los terceros de Madrid el Carabanchel y los cuartos del grupo de Castilla el Burgalés. Mucho miedo daba el Titánico en donde su entrenador decía "tengo el mejor equipo de Asturias".
En la primera jornada jugamos con el Titánico en su casa. Los jugadores daban por bueno en empate, pero en un "titánico" partido los nuestros ganaron por 1-2 con gol de Aníbal en el minuto 32 que nos daba los tres puntos. El Carabanchel ganaba al Burgalés.
En la segunda jornada, los nuestros jugaron con el Carabanchel con esta alineación: Moncho, Ecay, óscar, manolo, Nando, Aníbal, Alberto, Agenor, Fabían, Luis Alberto y el "mítico" Piñeiro. En un partido que comenzamos ganando pero el Carabanchel nos empató en la segunda parte. Acabamos en tablas. El Burgalés gano al Titánico
En el tercer partido, también con el Carabanchel, pero esta vez en su casa, conseguimos un merito empate a cero goles y dejaba todo para los partidos con el Burgalés.
En el cuarto partido, jugamos con el Titánico, el rival mas flojo del grupo y en un partidazo de Fabián y Aníbal, conseguimos un 4-1 en Oira con goles de Fernando, Richard, Fabián y Piñeiro. El ascenso estaba cerca.
Solo quedaba dos partidos, los dos con el Burgalés (así se hacia antes los calendarios). Dependíamos de nosotros mismos, pues dos victorias nos harían equipo de Segunda B. En el primer partido en su casa, hicimos un partidazo. Con esta alineación, Moncho, Ekai (Pibe 65), Fernando, Nando, Fabían, Agenor, Aníbal, Alberto (Piñeiro 63), Oscar, Manolo y Luis Alberto (Richard 87), ganamos por 0-1 con gol de Luis Alberto en el minuto 56. El Carabanchel sin embargo ganaba al Titánico por 5-0. Un resultado decisivo a la postre.
Llego el último partido. El Burgalés en Oira. Con un estadio a reventar, pocas veces lo habíamos visto así. Fue el partido más importante del club. Solo tenían que hacer lo mismo que el Carabanchel en Asturias y ascenderíamos.
El equipo formo con Moncho, Richard, Fernando, Nando, Agenor, Fabián, Aníbal (Pataco 92), Alberto, Piñeiro, Oscar y Luis Alberto. El partido no comenzó nada bien pues a los 4 minutos ellos marcaba su gol. El equipo se asentó y marcaba el empate a los pocos minutos.
Encerramos al Burgalés en su área e desde Asturias llegaban noticias que el Carabanchel ganaba por 1-3 por lo que dependíamos de ganar para ascender. En la segunda parte, Richard combina con Piñeiro y este triangula con el delantero y cuando todos festejaban el gol, Adrian Fernández colegiado del partido anulaba el gol.
A pocos minutos para el final con la grada volcada y el equipo maniatando al Burgalés llego una jugada similar que culmina Luis Alberto, incompresiblemente el arbitro lo anula por fuera de juego, uno de esos fuera de juego dificilísimos de ver.
El equipo lo acuso y no consiguió marcar en los instantes finales y empatamos a cero. Perdimos el ascenso que lo consiguió el Carabanchel, pero también perdimos la ilusión de todo un barrio.
Que hubiese pasado si el gol de Luis Alberto, ese 30 de Junio de 1996 no fuese anulado, que hubiese ocurrido a un club que aquellos momentos era un sentimiento Pontino.
Las lagrimas que surgieron tras el pitido final, han sido lagrimas que todavía no hemos enjuagado del todo, pero quizás, solo quizás volvamos a tener otra ocasion, una ocasion... con el primer equipo del club.
La victoria en Asturias
Declaraciones del barrio
El partido decisivo, las gradas a reventar
La crónica